Si me preguntan cuál es el comediante con el que empezó mi gusto por el standup-comedy diría: Adal Ramones, si me preguntaran a quiénes admiraba en en mi país, diría Carlos Galdós y Carlos Alcántara. ¿Consumía mucho standup? no ¿consumo mucho ahora? no, quiero consumir mejor comedia, antes decía más, pero he recordado o me han hecho recordar que cantidad no es calidad. «Pero igual hay que ver todo tipo de comedia» dicen algunos, sí, estoy de acuerdo, pero ¿siempre todo tipo? no sé.
Lo que sí sé es que el camino es individual, que cada uno se forma como le da la gana en lo que le da la gana. Yo he escogido formarme en standup comedy hace poco (dos años) y voy haciendo, mirando, pensando, escribiendo, reflexionando, mirando, probando, fallando, corrigiendo, etc. Me gusta el proceso creativo, disfruto el paso a paso. Me gusta hacer esta especie de crónicas, de diario personal de una novata, de una novata que soñaba/sueña con escribir, que no sabía/sabe cuál será el formato, su formato. No me impide esta incertidumbre seguir probando registros y seguir diciendo.
Pero diciendo en todas partes, en cada oído que lo permita, en cada puerta que se abra, en cada corazón dispuesto (sí, soy cursi). Todoterreno quiero ser, quiero ser capaz de escribir y rodar un monólogo que diga lo que pienso, que me haya divertido hacerlo y que haga reír a alguien como tú, como mi abuelita, como mi madre, como yo, como tu tía, como tu vecino, como el chico que no miras en el metro, como la señora cuya voz te molesta en la calle, alguien como cualquiera. «Muy difícil» dirán los puristas, «siempre tienes que tener un target» me dirán mis compañeros de profesión. Ya, pero lo intento, ya veremos cómo me va. Nadie me quitará lo bailado ni menos las ganas de bailar.
En este afán de hacer #vivireshacer he tenido la dicha de participar en la primera noche de monólogos cómicos que organizó el Bar La Muralla de Verdú. Significa mucho para mí que uno de mis nuevos amigos catalanes me haya invitado. Haberlo hecho me llena de alegría. Ser parte de estos proyectos de amigos, de energías guays y de ganas de hacer las cosas con la motivación íntima y fuerte de compartir es un tremendo lujo. Casi no tengo palabras para lo bonita que ha sido la noche del sábado 16 de marzo para mí <3 Ferrán, Adrián, Jordi, Pep y Edu han sido mis compañeritos de aventura esta vez y ha sido posible hacer las risas gracias al trabajo de los murallistas (Joan y hna).
¿Mi motivación? hacer donde se pueda hacer y donde parezca que no se pueda, intentar 😉
Esa es una actitud maravillosa; y el camino que has escogido uno de los más hermosos imaginables (es un poco ñoño pero cierto) , solo apto para valientes.
Tengo la suerte de poder acompañarte, de vez en cuando, en un pequeño tramo de tu recorrido y aprender de ti a cada paso compartido.
Gracias por ru perseverancia, tu risa desatada y tu elegancia sobre el escenario